Importancia de los puentes para conectar ciudades y eras

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Los puentes son vitales en la infraestructura de nuestro país, ya que son puntos de gran importancia para la transportación, la conexión entre ciudades y en consecuencia para el desarrollo de las mismas.

El fin por el cual construimos un puente es el de unir caminos, acercar lugares o comunicar dos espacios geográficos distantes o separados por algo. Pero con ello no sólo se facilita el movimiento, sino también la realización de actividades turísticas, mercantiles y recreativas, entre otras.

Además, su construcción nos permite evitar accidentes geográficos causados por un río, un valle o un cuerpo de agua, así como evitar cualquier otro obstáculo físico, como un camino, una vía férrea o una carretera.

Los puentes a lo largo de la historia

Con el paso del tiempo y desde sus orígenes, los puentes nos han permitido facilitar la comunicación, abriéndonos las puertas a un futuro mejor con solo unir dos puntos distantes entre sí.

Sus orígenes se remontan a la prehistoria, donde sencillamente se trataba de árboles que conectaban dos orillas de un río. Desde entonces ya constituían la conexión entre zonas y permitían el transporte de materiales.

Reconocidos puentes históricos españolesPuente Romano Córdoba

En la ciudad andaluza de Córdoba, sobre el río Guadalquivir, ubicamos el Puente Romano de Córdoba. Fue el único medio de entrada a la ciudad durante el siglo I d.C., que permitía cruzar desde la zona sur de la península ibérica hasta la ciudad, ya que era la única opción existente para cruzar el río sin utilizar ningún tipo de embarcación.

En Ronda, El Puente Nuevo constituye el símbolo y corazón de la ciudad. Esta obra maestra, permitió la conexión del barrio moderno o del Mercadillo con el barrio antiguo de la ciudad, posibilitando así la expansión urbanística de la ciudad.

El Puente Vizcaya fue el primer puente transbordador construido en el mundo. Está situadoPuente Vizcaya en la boca del río Ibaizabal, en el punto en el que el estuario navegable de Bilbao se abría al mar hasta el siglo XIX. El objetivo que se pretendía lograr era unir los dos márgenes de la desembocadura del Nervión sin desfavorecer la navegación.

El reconocido Puente de Triana o de Isabel II en Sevilla, se trata del segundo puente de hierro más antiguo conservado en España, y su finalidad fue sustituir al antiguo Puente de Barcas. Este unía la zona del Arenal con el castillo de San Jorge, inmediación de la antigua fortaleza visigoda.

El Puente Viejo en Murcia, llamado así por ser el más antiguo, se empezó a construir en 1718 y se terminó en 1742.  Se le otorgó el nombre de los Peligros, debido a ser el extremo que enlaza con el barrio del Carmen, donde se construyó un templete dedicado a la Virgen de los Peligros. Cuentan que todo aquel que tenía que atravesar el río, invocaba su protección por el miedo a las riadas que provocaba el Río Segura a su paso por la ciudad.

Con el paso del tiempo, los puentes han marcado épocas, estilos arquitectónicos y sociedades enteras gracias a su practicidad y a todo lo que representaban, siendo un símbolo universal y el orgullo de ciudades e incluso países enteros. Hoy en día, muchas de estas construcciones históricas siguen siéndolo.